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"La Biblioteca Andante" del Centro Histórico de Puebla

Puebla, Pue. 10 de abril del 2018.

Por: Esteban Altamirano Coyotl y Zahid Oliver Vargas.

Muy cerca del Zócalo de la ciudad de Puebla, en la calle 6 sur, entre la 3 oriente y Juan de Palafox, se encuentra la Biblioteca Andante, un proyecto creado hace cuatro años por el historiador Oscar. El acervo está conformado por unos cuantos libros que apenas alcanzan a rodear la jardinera sobre la cual están colocados; el género de estos es diverso. El caminante que se detiene a explorar su contenido, aquel que siente curiosidad por esos volúmenes apilados en un aparente desorden, se puede encontrar con textos que abordan desde la filosofía antigua, hasta la novela policiaca o juvenil, la historia universal o la autosuperación.
    —Yo comencé leyendo a Carlos Cuauhtémoc Sánchez—nos dice Oscar, quien se siente algo avergonzado por esta confesión—leí todo de él. Ahí comenzó el gusto por la lectura, por los libros. Claro, después leí la "Odisea", los clásicos.
Cuatro años atrás, en una pulquería, nació el proyecto de la "Biblioteca Andante".
    —Yo le decía a un amigo que no estaba de acuerdo con las marchas, con las manifestaciones sociales, pues no me parecían (y todavía hoy no me lo parecen) una forma efectiva de lograr un cambio. No son una solución. Entonces él me pregunta cómo conseguir un impacto en la sociedad, cómo aportar a ella. Es ahí cuando se me ocurrió la idea de hacer una biblioteca callejera.
    La calle 6 sur está conformada por la parte trasera del edificio Carolino, por un lado, y, frente a este, un conglomerado de puestos de comida, cafés y bares. En medio de ella, sobre un par de jardineras, se alzan unos árboles altos, de frondosas copas que protegen del sol a los caminantes y a la gente que se sienta en las bancas públicas. Es una calle que se mantiene fresca; el aire la recorre y por un momento nos olvidamos del calor incesante.
    Oscar y su biblioteca pasan desapercibidos para la mayoría de los paseantes; sólo unos pocos se detienen ante ella: observan, preguntan, revuelven, esperan y se van.
    —Al principio, sólo podías leerlos aquí. Yo hacía una lista de los lectores, para saber qué libros leían y dónde se habían quedado, para que cuando volvieran, retomaran su lectura. Luego me los pedían prestados, para llevárselos a su casa; yo pues no quería, pero luego cedí. La bronca fue que no me los devolvían, se los quedaban. Aún los presto, y a veces los regalo, pero ya casi no. Hoy se realiza más el trueque y la venta.
   

     Oscar nos contó que el objetivo de su proyecto fue cambiando, en parte, por el mal uso que las personas le daban a los libros. A veces, aquellos volúmenes que él regalaba, los volvía a encontrar, pero tirados en la calle o en los botes de basura. Gente a la que le ofrecía el texto por el cual él los notaba interesados lo rechazaban e incluso llegaban a insultarlo por este motivo generoso.
    —Me llegaron a decir tonto, y cosas peores, porque no valoraba lo que tenía. Hasta me ofrecían dinero, como si estuvieran incapacitados para entender el acto de regalar un libro.
    Paradójicamente, sus lectores más ávidos, los más responsables y dedicados, no son estudiantes ni profesionistas, son vagabundos. Son los que más se acercan a la "Biblioteca Andante".
    Respecto sobre si ha tenido algún problema con el ayuntamiento o la policía, Oscar contó que efectivamente se ha visto involucrado en problema con los uniformados, le han decomisado los libros, sin embargo, gracias a una ciudadana que grabó el suceso y lo subió a redes sociales, el ayuntamiento se vio en la necesidad de devolver y ofrecer disculpas por el atropello sufrido, esto gracias a que hubo mucha gente que presionó y exigió la devolución de los libros. Oscar dice que, gracias a este hecho, el proyecto tomó fuerza y de cierto modo impulsó y dio promoción al mismo. Ha sido la única vez que algo similar le ha pasado.
    Oscar tiene una opinión bien definida respecto a la promoción y apoyo que se le da a personas que, como él, intentan hacer este tipo de proyectos. Según sus palabras es una porquería porque no existe un apoyo como tal, solo si se tiene dinero y se puede pagar un lugar, es como se pueden realizar proyectos. Sin embargo, no pierde la fe y espera que el proyecto continúe por mucho tiempo y, sobre todo, que él se mantenga puro, libre de la corrupción y siempre teniendo en cuenta que esto para él no es un negocio, sino un proyecto sin fines de lucro. Del pueblo para el pueblo.
    —¿Es un acto de rebeldía, la "Biblioteca Andante"?
    —Es anarquismo. Es una difusión de la lectura que no toma en cuenta lo monetario; para acceder a estos libros no necesitas tener dinero en la cartera, sólo la curiosidad, el gusto por ellos, y acercarte con nosotros. Dejamos a un lado las restricciones económicas que imperan en las librerías, que muchas veces limitan el conocimiento pues se hace menos accesible para la mayoría de la gente. También dejamos fuera tu condición social, así vivas en la calle o donde sea, aquí siempre habrá un libro esperándote.

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