
La 39 Feria Internacional del Libro de Palacio de Minería

México | CDMX. 5 de marzo de 2018.
Por: Zahid Oliver Vargas y Esteban Altamirano Coyotl.
La Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM) organizada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a través de la Facultad de Ingeniería ha concluido este día actividades según lo previsto en el calendario de la FILPM. La sede, el Palacio de Minería, se ubica en el Centro Histórico de la Ciudad de México en Tacuba 5, a algunas calles del Palacio de Bellas Artes. Es un evento organizado para mostrar y dar a conocer al público las novedades de la industria editorial en México. Este año el estado invitado ha sido Campeche. Una de las cosas más atractivas de la Feria es su programa cultural, uno de los más grandes entre las ferias de libros alrededor del mundo y que cuenta, entre toda su amplitud, con presentaciones de libros sobre diversos temas, conferencias y mesas redondas, talleres, etc. Por esta razón es casi imposible poder visitar y recorrer todas las actividades que se ofrecen.
Es un día tranquilo en la Ciudad de México: claro, es domingo. Salgo del Metro Allende aproximadamente al medio día. Estoy en el centro de la ciudad, me siento en casa. Y aunque me gustaría desviarme de mi destino, perderme entre las calles, los museos, las librerías y los parques de esta histórica urbe, me apego al programa y dirijo mis pasos al Palacio de Minería en donde me estará esperando mi amigo y compañero de la universidad, Esteban. La 39 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería está en su penúltimo día (04/03/18), y yo, con cada paso mío que me acerca ante sus puertas, comienzo a sentirme emocionado; han pasado seis años desde la última vez que visité la Feria. Ya sólo una cuadra me separa de adentrarme a una de las experiencias más gratificantes para todo lector, para todo amante de los libros.
Justo en la entrada está mi buen amigo. Después de un afectuoso saludo, nos dejamos absorber por el revuelo, el bullicio y la alegría de este gran evento.
Después de pagar los 20 pesos de la entrada, nos introducimos al evento que promete ser fascinante. Son las 2:01 de la tarde. Y hemos comenzado viendo algunos libros y revistas que atraen al ojo débil con sus colores brillantes. Vemos una novela que nos es familiar. Se trata de Amorcito Corazón de Carlos René Padilla, una novela (negra) corta de excelente narrativa. La compro en el momento, ya que, aunque la he leído, no la tengo en mi biblioteca. Parece que Carlos R. Padilla ha sido uno de los invitados a presentar su última novela No toda la Sangre es Roja, lamentablemente hoy no es el día, la presentación de su libro fue días antes. Continuamos observando libros y haciendo tiempo para ir a ver al tal Iván Farías, escritor de novela negra. Me hubiera gustado asistir a la presentación de Grab My Pussy! Cuentos Eróticos y Algunos Relatos de Sexo Explícito, pero lamentablemente llegamos después de las 12, hora en la cual se hizo la presentación. Mientras uno anda viendo libros el tiempo vuela. Son ahora las 4 de la tarde y nos dirigimos al salón Filomeno Mata a ver la presentación del libro 4ta Jornada de Novela Negra Un Plan Perfecto del mencionado Farías y Un Hombre de Ley de Roberto Bardini. Después de poco más de una hora del evento salimos de ahí con una sensación de satisfacción y emoción por comprar y leer los libros presentados, sin embargo, parece que el dinero no rendirá lo suficiente. Ya veremos. Continuamos con nuestro recorrido por las estanterías de libros viendo y buscando algunos autores de novela negra, entre ellos un cubano y un argentino, pero fracasamos en nuestra búsqueda. Aun así, eso no nos desanima, tenemos tiempo para comer y beber algo antes de la presentación del libro Crímenes de Francisco Villa. Testimonios de Reidezel Mendoza Soriano a las 7 de la noche. Promete ser un libro estupendo y lleno de intrigas. Son las 5 de la tarde y después de algunas horas yendo y viniendo entre libros, gente y presentaciones de libros, hemos decidido ir a buscar algo de café para reponer energías y tal vez regresar unos minutos antes para reanudar nuestra búsqueda.
Al regresar, me doy cuenta de que los lectores no han mermado en la FIL. Parecen querer aprovechar hasta el último minuto de ella, a pesar de que aún les queda un día más para disfrutarla. Ojalá pudiera decir lo mismo de nosotros. Hago una última búsqueda desesperada por los estantes de las más prestigiosas editoriales de habla hispana (FCE, Anagrama, Era, Planeta, Lumen…); pretendo hallar un libro que antes haya escapado a mi vista, como el Diario de un Escritor, de Fedor M. Dostoyevski, la poesía completa de Alejandra Pizarnik, o El Libro del Desasosiego, de Fernando Pessoa; o quizás, algo que no esté buscando, un libro que sencillamente me llame la atención.
Siento que el tiempo se me acaba y que no he explorado a profundidad este emblemático edificio. Está anocheciendo, y las sombras amenazan con llevarse todo lo que está frente a mí.
De pronto, me doy cuenta que mi compañero no está. Pienso que lo he de ver en la presentación del libro de Mendoza Soriano. Hacia allá me dirijo. En el trayecto, observo algunos rostros conocidos: tal vez, ese barbón vestido con saco sea Juan Villoro; una mujer elegante pasa junto a mí rodeada de personas variopintas a las que les sonríe y saluda, con el carisma único de Cristina Pacheco; un hombre corpulento, como de 50 años, vestido con jeans y una playera de morena, se abre paso hacia la salida de la feria mientras prende un cigarrillo y hace patente que él es Paco Ignacio Taibo II.
Llego a la sala incorrecta y rehago mi camino. Paso junto a una estantería que, sin esperarlo, me pone junto a un libro imprescindible, raro y absoluto: Los Poetas Malditos, de Verlaine, editado por ENEIDA y traducido al español.
Salgo de la FIL que, como lo prometió, me ha recibido con los libros abiertos. Fue un largo día y estoy listo para volver, para desaparecer con la noche, así como aparecí con el día.